jueves, 16 de abril de 2015

Enrrique Pichon Riviere y Verdad

Enrique Pichon Rivière (1907-1977):   Recién recibido de médico psiquiatra en la Universidad de Buenos Aires, gana el concurso como Psiquiatra en el Hospicio de Las Mercedes. Cuando se hace cargo de su rol no se encierra en un consultorio para abordar la problemática de la psicosis en un dispositivo del uno a uno. Observa, a través de la práctica social cotidiana en el Hospicio, que existe una fractura en el vínculo entre la familia del psicótico y el equipo de profesionales de la Institución, ello lleva progresivamente al abandono y segregación del paciente por parte de la familia. Observa una fractura en los vínculos del equipo de profesionales y entre los pacientes que viven aislados deambulando por los jardines y corredores del Hospicio. Frente a este diagnóstico de múltiples fracturas vinculares elabora una estrategia de re-articulación vincular a través del trabajo en grupo con los enfermeros.

   La estrategia de intervención: podríamos definirla como operación de re-articulación simbólica. Allí donde hay “agujeros” (silencios, vacíos, fracturas) institucionales, donde hay repetición sin reflexión (estereotipias), donde hay sufrimiento, introduce un dispositivo grupal orientado a producir procesos de simbolización y comprueba que sus efectos de articulación son poderosos (los pacientes “comenzaron a sentirse bien cuidados” “estos internos mejoraban ostensiblemente su salud mental” “cuando en los servicios no había más de uno o dos médicos yo llegué a tener en el mío veinticinco” etc.). Aquí es donde aparece esa estructura que constituirá su dispositivo privilegiado: el grupo operativo. La red vincular grupal aparece como la estructura óptima para acceder a un saber colectivo, un saber que está en acto en la institución, pero que no se sabe o más precisamente no se sabe que se sabe (“El aprendizaje de los enfermeros fue sorprendente. Ellos tenían acumulada gran experiencia.... Su dificultad era que no podían conceptualizar, entonces esa experiencia no les servía de nada”).  Así a partir de definir una tarea (“discutía con los enfermeros los diferentes casos”) los direccionaba a pensar acerca de su práctica, su  acción. Su intervención apunta a lograr una estructura simbólica subjetiva e institucional más compleja y a partir de una praxis (la práctica hospitalaria y la reflexión acerca de la misma) interrogar esos mecanismos repetitivos y ciegos en función de recuperar su direccionalidad en función de la Tarea hospitalaria, en función de la salud. Sus efectos eróticos no se hacen esperar, se dan en términos de creación, vitalidad, entusiasmo en los vínculos, en la participación.

ECRO y Grupo Operativo:

El denomina a su teoría ECRO.  Encierra en este significante toda su obra y su singular perspectiva psicosocial. ECRO significa Esquema Conceptual, Referencial y Operativo. Designa un corpus teórico, conceptual, referido a un sector de lo real -lo intersubjetivo, lo vincular- y tal vez lo más importante sea: de carácter Operativo. Incluye en su misma definición de teoría el destino de la misma, su exterior podríamos decir, lo que ella produce: una transformación de la realidad. Lo Operativo marca y designa la direccionalidad radical de su teoría: la incidencia en lo real.

   Ya en 1946 su condición de genio le hace incluir determinaciones culturales, histórico-sociales, políticas además de las familiares y edípicas en la constitución de la subjetividad. Al analizar las fantasías siniestras presentes en la obra revulsiva del Conde de Lautreamont (1846-1870), un rioplatense nacido en Montevideo (Rca Oriental del Uruguay), considerado el precursor del surrealismo, dice: “Durante sus cinco primeros años habrá oído relatos de degollinas, descuartizamientos, cuyas víctimas eran muchas veces amigos de su padre” “Habrá (…) oído contar muchas veces el martirio sufrido por franceses en manos de las fuerzas de los sitiadores”.  Se está refiriendo a relatos producidos en el ámbito doméstico, en el ambiente familiar, a raíz del sitio que sufrió la ciudad de Montevideo por parte del ejército argentino. (1843-1851).

   Muy tempranamente percibe que el uno del individuo no existe, que todo sujeto es un anudamiento singular de una compleja trama vincular. Porción compleja de tejido social que denomina situación.

   Como señalábamos anteriormente nuestro mundo contemporáneo se caracteriza por grandes desplazamientos de poblaciones ya sea por hambre o por guerras. Ello provoca fenómenos de transculturación y la existencia de comunidades interculturales. Ninguna de estas problemáticas puede ser diagnosticada como psicopatológica. En todo caso merecerían llamarse sociopatías.

   El contexto de cambios turbulentos en el que vivimos promueve la ruptura de las tramas vinculares que han sostenido la identidad y el proyecto de vida individual y familiar creando condiciones de permanente incertidumbre.

   Estas problemáticas no pueden ser abordadas a través de la internación de los sujetos, como si se tratara de padecimientos psicopatológicos; ni tampoco a través de una medicación masiva ni siquiera un proceso terapéutico, solución, por otra parte,  impracticable.

   El sujeto de la era globalizada y como producto de esas rupturas vinculares, es un sujeto en crisis. Necesita por lo tanto reconstruir su esquema referencial (sus modelos de pensar, sentir y hacer en el mundo) y encontrar-producir nuevos tejidos sociales que lo alberguen, sostengan y posibiliten reencontrar un proyecto de vida y una razón para vivir.

   Para enfrentar este tipo de problemáticas es que Pichon Rivière proyectó la formación de Operadores Psicosociales. Profesionales formados en un marco referencial teórico, metodológico y técnico que visibilice y opere en las tramas y redes vinculares, y que sean capaces de reconstituir el tejido social sosteniendo la lógica de la cultura y las vicisitudes subjetivas frente al cambio. Este profesional es el Psicólogo Social y la disciplina que lo sustenta es la Psicología Social.

   El ECRO de Pichon Rivière es producto de una transdisciplina, una convergencia de saberes que él denomino epistemología convergente. Las distintas fuentes teóricas operaron como “cajas de herramientas”.  Tomó de ellas “conceptos instrumentales” que operaron como herramientas para fundamentar y dar cuenta de una práctica específica de la Psicología Social: la práctica e intervención en las prácticas sociales conjuntas, en las tramas vinculares complejas de los grupos, las organizaciones y las comunidades.  

   Tal como ocurre en la formación del psicoanalista la experiencia en Grupo Operativo es ineludible para la formación como Psicólogo Social en el ECRO pichoniano. La Psicología Social tiene una dimensión transmisible que es la teoría o el cuerpo conceptual del ECRO y otra dimensión donde solo se pueden crear las condiciones para que allí emerja un saber que es específicamente un “saber hacer”.

   El Grupo Operativo es un dispositivo que opera como estructura abierta: su objetivo es pensar lo que ha acontecido en otra parte, en otro escenario: la clase previa. La estructura abierta es fundamental para sostener una lógica dialéctica: devenir, contradicciones, proceso, cambio. Las lógicas de clausura son las que dan lugar a los dogmatismos y a los fanatismos. Son las lógicas que devienen perversas en las sectas, las cárceles, los conventos etc.
  
   Grupo centrado en la tares: No indaga en las particularidades de cada integrante como lo haría un grupo terapéutico. Propone una tarea que descentra a los integrantes del grupo en un objetivo en común. Por ello va a decir que el modelo del Grupo Operativo es el Grupo Comando. No es el ejército, metáfora que empleó Freud para explicar la masa. El hecho de estar centrado en la tarea operativiza ese universal humano que es la rivalidad. Por ello el “yo soy diferente” a vos que inicia la rivalidad se transforma en “yo pienso diferente a vos” por lo cual la tarea se enriquece y se enriquecen todos.
   La tarea no define un Objeto de conocimiento, define un campo de saber que emerge más como acontecimiento, como verdad que como un saber elaborado. Nadie puede predecir qué desarrollo tendrá ese pensamiento colectivo. La metáfora que mejor se adapta a ese proceso es el de un calidoscopio cuyas formas son cambiantes, impredecibles, azarosas.
   Se trata de una praxis. No es teoría, no es práctica, es pensamiento que tiende a una verdad. No se trata de declamar un saber previo. Pensar es avanzar más allá de lo sabido. Alain Badieu plantea que pensar tiene que ver con la verdad como acontecimiento, como azar. Para este autor el proceso de la verdad se opone a las series repetitivas “un proceso de verdad interrumpe la repetición” “Un proceso de verdad tampoco puede anclarse en lo identitario (Francia para los franceses y por lo tanto persecución a lo no-francés) pues si bien es cierto que toda verdad surge como singular, su singularidad es inmediatamente universalizable”. Para Alain Badieu el arte, la ciencia, la política y el amor identifican los procedimientos de verdad. Plantean las condiciones de una singularidad universal.
La práctica librada a si misma tiende a ser mera repetición. Se estereotipa, se burocratiza. Termina haciéndose porque se hace, porque siempre se hizo así. No es una práctica interrogada cuestionada. La teoría por la teoría en si tiende a ser una lógica abstracta que pierde su referencia con la práctica. Termina siendo un  juego de palabras ocioso “se trata al lenguaje no como instrumento sino como un objeto de contemplación, de delectación o de análisis”. Esta manera de pensar afecta al pensamiento mismo, afecta al contenido del pensamiento.
   El Grupo Operativo es un dispositivo creado para pensar, para producir desestructuraciones en el saber previo, para producir interrogantes. En este sentido el Coordinador opera como Sócrates que hace emerger el saber sobre geometría del esclavo Menón. El arte mayéutica consiste en ayudar a engendrar pensamientos. Sócrates insiste en que no puede él mismo engendrar, no puede o no quiere dar su opinión propia sobre los asuntos que trata. Sócrates declara que esta es su impotencia personal y su potencia interpersonal ya que los dioses le han impuesto esta tarea: no procrear, sino ayudar a procrear. Por eso Sócrates no es tanto sabio, como conocedor del arte de engendrar o producir sabiduría. El método del arte mayéutica, el método socrático consiste en llevar al interlocutor al descubrimiento de la verdad mediante una serie de preguntas y la exposición de las perplejidades a que van dando origen las respuestas. El interlocutor llega por fin a engendrar la verdad, descubriéndola por sí mismo. La dialéctica, el dialogo es un ingrediente esencial del arte y es en última instancia el “comadrón de ideas”.

   Lo que se produce en el Grupo Operativo es un pensamiento colectivo, un pensamiento social que es producto de una exteligencia y no de una inteligencia individual. En el G.O. el pensamiento singular va avanzando hacia un pensamiento en espiral. Cada integrante es para el otro un oponente-partenaire. Alguien en el grupo expresa una idea y otro se apoya en esa idea y se diferencia arrastrando esa idea hacia otra parte y otro integrante a su vez se apoyará en esta última idea y hará lo mismo. La  dialéctica contradictoria nunca se sintetiza, siempre mantiene una tensión fértil, operativa. Es que no se trata de producir saberes consagrados, se trata de pensar, de producir verdad.


miércoles, 15 de abril de 2015

Importante: BIBLIOTECA - Atención Escuela de Psicología Social del Sur
Días_ Lunes - Martes - Jueves
Horarios _ 10 a 14 y de 17 a 20 horas
Mail_ bibliosur@hotmail.com
Teléfono directo_ 4833 . 0999 At: Anali Pellegrini
www.psicologiasocia.com.ar 
#PsicologiaSocial30AñosGladysAdamson
Año de Festejo y Conmemoraciones ... pronto novedades!
www.psicologiasocial.com.ar
‪#‎PsicologíaSocial‬
La Psicología Social es una nueva disciplina dentro de las Ciencias Sociales. Así como la Psicología se ocupa de lo que acontece en la psiquis de los individuos y la Sociología se ocupa de la sociedad, la Psicología Social tiene su campo específico en lo que acontece entre los individuos. Por eso sus temas relevantes son: la comunicación, los vínculos, las problemáticas de los equipos, de los cambios, los proyectos grupales, etc.
www.psicologiasocial.com.ar#PsicologiaSocial

miércoles, 31 de julio de 2013

EL DISPOSITIVO GRUPAL EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO - Nerina Zanoni -

EL DISPOSITIVO GRUPAL EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO


“La violencia contra las mujeres es la manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre los hombres y las mujeres, que han llevado a la dominación y a la discriminación contra las mujeres hecha por los hombres y a la evitación del completo avance de las mujeres”  (Resolución Asamblea de ONU, diciembre de 1993)

 

 

La OMS señala que la violencia de género alcanzó proporciones epidémicas, y sin embargo, aún no existen registros y estadísticas precisas que den cuenta de los números detrás de esa violencia. Las cifras crecen, invisibles, en muchos espacios de la sociedad. Por eso, es preciso destacar las manos que trabajan en la prevención y tratamiento de la violencia de género, aquellas que ayudan a visibilizar esta realidad dolorosa que viven muchas hijas del patriarcado.

 

No es menos llamativo que cuando hablamos de “violencia de género” lo asociemos automáticamente con la violencia ejercida sobre las mujeres. Incluso cuando el término nos habla respecto de la violencia ejercida sobre cualquier persona debido a su sexo o género, nada indicaría que es estrictamente violencia sobre la mujer. Son entonces los números invisibles los que ponen de manifiesto algo que todos saben, pero pocos hablan.

La violencia ejercida sobre las mujeres es mayor que la ejercida sobre los hombres. En tanto, de la mano de muchos actores sociales dedicados a la erradicación de todo tipo de violencia contra la mujer, los datos y estadísticas comienzan a aparecer, la violencia contra la mujer comienza a ponerse en palabras posibilitando una de-construcción y nueva construcción sobre la gravedad y existencia de una problemática a la que es preciso nombrar y desnaturalizar para trazar líneas de acción y elaboración.

La violencia de género es un problema social y político que requiere de un tratamiento integral por parte del Estado. En esa lucha hacia un cambio, muchos organismos trabajan para instalar nuevos dispositivos sociales y mitigar los efectos de la violencia contra la mujer.

SECUELAS PSICOSOCIALES DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Las secuelas de la violencia de género son muchas y variadas. Y van desde el plano físico al plano psicológico, impactando severamente en la vida cotidiana de cada una de estas mujeres y de sus familias. En ese sentido, un enfoque novedoso propone abordar las secuelas psico-sociales que sufren las víctimas. Entre ellas, se pueden mencionar:

  • Deterioro de lazos vinculares.
  • Sentimiento de vergüenza y culpabilidad, que devienen en alienación social obstruyendo la posibilidad de vínculos con los otros sociales.
  • Ruptura del tejido social de la víctima, que impide el desarrollo de lazos sociales y una red de contención.
  • Vivencia de discriminación y autodiscriminación social.
  • Reproducción de estilos conductuales violentos.
  • Prácticas sociales nulas, que devienen en un empobrecimiento general, en dificultades para acceder a fuentes laborales y auto sostenerse económicamente sin depender del victimario u otros.
  • Marginación y exclusión social.

Estas son sólo algunas de las secuelas psico-sociales que enfrentan las víctimas de violencia de género, y para las cuales, la psicología social puede aportar herramientas novedosas en su prevención y tratamiento.

El trabajo en círculo y la implementación de la técnica del grupo operativo brinda soluciones dinámicas, operativas y direccionadas hacia una re-interpretación y adaptación de la realidad en busca de la transformación de conductas y la reparación de la trama vincular y red social que contenga a las víctimas.

CÍRCULO DE CUIDADO Y SOSTÉN

Socialmente y desde el principio de los tiempos, reunirse en círculo ha sido sinónimo de relacionarse, fraternizar y aunar fuerzas con los otros. Desde los círculos, la humanidad se ha puesto a sopesar diferencias, analizar y elaborar posibles soluciones y generar líneas de acción. El círculo posibilita visualizar a todos los que lo conforman,  permite la circulación de efectos y afectos en el espacio, facilita el análisis de las problemáticas comunes y cotidianas y  habilita la salida del anonimato hacia la construcción de un nombre propio y una designación de la problemática que se desea tratar. Así, el círculo se convierte en un punto de partida para la elaboración y adaptación activa a la realidad.

Cada integrante de un círculo se ubica a igual distancia del centro, lo que permite una vivencia de igualdad frente al centro o tarea que convoca. En este caso particular,  el círculo se construye como espacio-tiempo en el tratamiento y la solución de la violencia y sus secuelas.

El círculo  remite a un símbolo que envuelve, contiene y protege, puede pensarse como un útero social que aloja y brinda una posibilidad de desarrollo y gestación de nuevas oportunidades de existencia: una nueva posibilidad de “parirse a uno mismo” con renovadas improntas subjetivas.

El círculo también puede referirse a un círculo vicioso como lo es el círculo de la violencia. En ese sentido, desde el análisis de los estilos de comunicación y vinculación, permite trazar soluciones a conductas estereotipadas -que obstruyen una posibilidad saludable para las victimas- al romper con el aspecto “vicioso” e instalar una “vuelta de espiral” como salida exogámica de la situación de clausura y sufrimiento.

El GRUPO OPERATIVO Y SU EFECTIVIDAD

El Grupo operativo (G.O) es el nombre de la técnica creada por Enrique Pichón Rivière, para pensar al grupo como un instrumento válido en el campo de la salud. El instrumento permite una re-elaboración activa de la realidad y promueve una adaptación saludable a la misma.

La mayor utilización de esta técnica se ha dado en espacios de aprendizaje; en ese marco, es posible pensar el tratamiento de las secuelas psico-sociales de la violencia como un espacio de aprendizaje, ya que busca re-aprender estilos de comunicación, reparar vínculos y redes sociales, transformar conductas y aprender otras. El G.O. impulsa tareas de aprendizaje y de producciones colectivas del saber en las que cada aporte es significativo. Es un espacio terapéutico que se centra en la tarea y no en el individuo, en el que cada integrante puede desdramatizar el sufrimiento y descubrir junto a otros la potencia grupal y su posibilidad superadora.

Generalmente, los espacios grupales terapéuticos que se ofrecen para el tratamiento de las secuelas de la violencia de género desarrollan un enfoque centrado en el individuo; es decir, proponen un abordaje individual en un espacio grupal. La elaboración desde la técnica del G.O., en cambio, plantea realizar un abordaje grupal y conjunto sobre una tarea concreta que tiene que ver con las secuelas psico-sociales de la violencia contra la mujer. De este modo, desde un espacio grupal, esta técnica brinda a sus integrantes la posibilidad de descentrarse y desarrollar una distancia operativa con la problemática: sacar el dolor, la soledad y la tristeza para elaborarlas en forma conjunta y socializadora, e incorporar nuevos elementos al mundo interno de cada quién, que se conviertan en herramientas adquiridas y habilitadoras para enfrentar la situación violenta y sus secuelas.

El “centro” es el espacio para elaborar y superar las secuelas de la violencia, para re-conectar eficazmente el mundo interno con el mundo externo. El grupo es el escenario donde “ensayar” nuevos estilos vinculares, que luego puedan reproducirse en un contexto social por fuera del círculo. Y es también la escena que habilita la reparación vincular y el re-anudamiento de las relaciones personales.

La víctima de violencia necesita un medio social que la contenga y le permita descubrir nuevas formas de estar, sentir y pensar en el mundo; un espacio que le proponga nuevos caminos para andar y desandar. Y esos caminos no son solitarios e individuales. Son caminos junto a otros actores sociales que le devuelven potencia y autovaloración personal: espejos de la problemática y espejos de la solución al mismo tiempo.

Como disciplina, la psicología social afirma que el “saber” está en el grupo. Y la técnica del grupo operativo vehiculiza la emergencia de ese saber colectivo que pude transformar la vida de quienes son víctimas de la violencia de género. O que la vida es igual que un círculo y puede reinventarse en cualquiera de los puntos.

Nerina Alejandra Zanoni
Op. En Psicología Social











María Emilia Gallegos -Psicóloga Social

¿Psicología Social?


Contexto general.

Las constantes transformaciones de la sociedad en que vivimos, los avances tecnológicos, la velocidad de la comunicación, la diversidad cultural, entre otros factores, impactan directamente en nuestra vida cotidiana, resultando un desafío adaptarse a esta nueva realidad.
Los grupos sociales deben buscar nuevas formas de negociación para preservar su unidad.
La multiplicidad de los conflictos y la ausencia de espacios de diálogo para el consenso, generan inestabilidad, afectando negativamente a los conjuntos humanos (grupos, equipos, organizaciones, comunidades) tanto en su convivencia, como en el alcance de sus objetivos.
Los grupos sociales de hoy precisan de un método interdisciplinario que facilite su comunicación y cooperación, para aprender a superar los obstáculos, individual y colectivamente, con herramientas dinámicas vivenciales.
En el contexto de este paradigma puede observarse claramente la necesidad de un facilitador quien, la capacidad de potenciar losvinclos humanos conforme la esencia de su formación profesional: ubicamos al Psicólogo Social ocupando ese espacio.

Rol del psicólogo social.

Facilitador de tareas y proyectos en grupos sociales. Agente de cambio que aborda al grupo desde conocerlo y re-conocerlo individual y colectivamente, para diagnosticar y formular la hipótesis de trabajo, que hace que dicho grupo pueda visualizar y desarrollar su proyecto en común.
Mediador en el dialogo y la comunicación. Interventor no invasivo con distancia operativa para la resolución de conflictos grupales. Referente en los diversos proceso de un grupo (construcción, transformación, fortalecimiento y aprendizaje, entre otros).

Método.

La Psicología Social utiliza un método de diagnóstico específico, diseñando dispositivos para operar.  Siguiendo una serie de pasos tales como: análisis presuntivo, detección del origen de las problemáticas, formulación de la hipótesis y argumentación, planificación del dispositivo de abordaje, análisis participativo, ratificación o rectificación de la hipótesis, intervención directa en el punto focal del conflicto. Por su parte, dicho proceso se basa en la observación de diversos vectores tales como, afiliación, pertenencia, pertinencia, comunicación, cooperación y aprendizaje.

Ámbitos de aplicación.

·                    Mediación en la resolución de conflictos.
·                     Coordinación, construcción e institución, transformación y fortalecimiento de equipos de trabajo.  Detección de roles y perfiles, desarrollo de habilidades de liderazgo y optimización del rendimiento individual y colectivo.
·                     Redacción, análisis, revisión y corrección de la calidad de la información institucional en pos de su difusión, fundamentalmente en los medios de comunicación.  Observación y análisis de las consecuencias de impacto social.
·                     Integración e inclusión social.  Desarrollo de Programas preventivos.
·                     Recursos Humanos.  Selección del personal, ambientación y capacitación.

Objetivo del Psicólogo Social.

Podemos definirnos como organizadores grupales que explican lo que sucede, para transformarlo. Es nuestra experiencia del "saber hacer" en los grupos, la que avala nuestra efectividad. 
En tal sentido y en lo personal entiendo que como decía el Dr. Arturo U. Illia, "la experiencia es una antorcha que nos quema mientras nos ilumina".